Ahí viene el juez...
¡Hola amig@! Es genial poderte saludar este día lunes, empezando la penúltima semana del año. La Navidad es un tiempo genial para convivir con la familia celebrando el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Salmo 133:1 dice, “ ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía !” En el cristianismo no existen los “llaneros solitarios,” que creen que pueden solos y que no necesitan a nadie. Dios puso, entre otras personas, a tu familia para guiarte, darte consejo, e incluso hablarte directamente. Aún aquellos familiares que pudieran no ser muy amables son usados por Dios para forjar tu carácter. Uno de los mejores regalos que Dios le ha dado al ser humano es la familia. No lo rechaces. El día de hoy quiero hablarte sobre algo que muchas veces nos damos el lujo de hacer: juzgar a los demás. La palabra juzgar significa “Dicho de un juez o un tribunal: Determinar si el comportamiento de alguien es contrario a la ley, y sentenciar lo procedente.” Cuan