Dirección correcta
¡Que tal amig@! Es genial poderte tener aquí este miércoles 12 de diciembre,
ya casi a mediados del último mes del año. Probablemente ya has pensado en tus
propósitos de año nuevo, así como cuáles serán tus planes y la manera de
alcanzarlos. Quiero animarte a que uno de ellos sea conocer a Dios aún mejor de
lo que puedas conocerlo ya. La Biblia dice en Filipenses 3:8, “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido
todo, y lo tengo por basura, para
ganar a Cristo.” Todo en lo que pudieras invertir tu tiempo, esfuerzo, o
dinero es basura (sí, BASURA) comparado con poder conocer al corazón de Dios. ¿Qué
es la prioridad en tu vida?
En un artículo pasado hablamos sobre cómo puedes escuchar la voz de Dios, y
hoy quiero hablarte sobre obedecer la voz de Dios. Santiago 1:22 dice, “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan
solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Creo que lo difícil no
es escuchar la voz de Dios, sino obedecer cuando escuchemos Su voz. Le pedimos
a Dios dirección y consejo de forma continua, pero, ¿obedecemos? Una vez que
Dios habla algo a tu vida, Él nunca te va a obligar a seguirlo, sino que será
tu decisión seguir Su voz o no. Podrá venir el mismísimo ángel Miguel a decirte
algo de parte de Dios, pero será a final de cuentas tu decisión obedecer la
instrucción o no. Si Abraham hubiera decidido no salir de la casa de su
parentela, la nación de Israel no hubiera nacido, y la historia sería muy
diferente. Si Moisés después de recibir instrucciones de parte de Dios en la
zarza ardiente hubiera decidido no regresar a Egipto, Israel hubiera pasado más
tiempo como esclavo en Egipto. Saber escuchar sin obedecer no sirve de nada.
Incluso es mejor no haber escuchado Su voz, porque Santiago 4:17 dice, “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace,
le es pecado.” Si Dios te da alguna instrucción, y no la obedeces por la
razón que sea u obedeces parcialmente, caes en automático en desobediencia
total. Y para Dios la desobediencia no es cualquier cosa; en 1 Samuel 15:23
dice, “Porque como pecado de adivinación
es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación…” Con Dios no hay
escalas de grises donde puedes hacer un poco de tu voluntad y un poco de la de
Él. Deuteronomio 4:24 dice, “Porque el
SEÑOR tu Dios es fuego consumidor, un
Dios celoso.” Dios quiere compartir sus sueños, planes y anhelos de Su
corazón con gente que este dispuesta a seguirlo y caminar con Él para hacerlos
realidad. ¿Eres tú un@ de ell@s?
La desobediencia tiene que ver con falta de fe en Dios y en que Él sabe qué
es lo mejor para ti. En Mateo 5: 24 Jesús dice, “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a
un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Luego en el versículo
26 dice, “Pero cualquiera que me oye
estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó
su casa sobre la arena.” Muchas veces lo que el mundo te ofrece puede lucir
atractivo y deseable, pero a final de cuentas es pasajero. Con esto no me
refiero necesariamente al pecado, sino también a relaciones, trabajo, escuela, oportunidades,
entre otras cosas. En contraste con las cosas pasajeras ya mencionadas, las
promesas y el propósito de Dios para ti son eternos. Mateo 24:35 dice, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán.” Cada palabra que Jesús habla a tu vida permanece pase
lo que pase, mientras que el mundo y sus ofrecimientos fluctúan constantemente.
Dios sabe mejor que nadie lo que es mejor para ti, incluso que tú mism@. A Él
lo único que le importa es tu bienestar y que te acerques a Él mas cada día.
Jeremías 29:11 dice, “Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis.” Cada instrucción y orden que
Dios da es para llevarte al centro de su corazón lo veas o no. Al permanecer
dentro de su corazón nada de lo que pase fuera del mundo te derribará. Romanos
8:28 dice, “Y sabemos que a los que aman
a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados.” Vivir como niño chiquito en un corral creyendo que
tiene que hacer ciertas cosas para que papá no se enoje es la peor manera de
pensar en tu vida cristiana. Cuando obedeces la voz de Dios y Su Palabra, estás
confiando en que pase lo que pase y aunque no lo entiendas, la voluntad de Dios
para tu vida es la mejor manera para ti de vivir. Al contrario, el desobedecer
la voz de Dios es no confiar en Él, y basarte en tus limitadas fuerzas y en tu entendimiento
para guiar tu vida. En sí mismo el primer pecado de la humanidad no fue la
desobediencia en sí, sino la incredulidad que la originó. Génesis 3:1 dice, “Pero la serpiente era astuta, más que todos
los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer:
¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Satanás
cuestionó directamente la instrucción de Dios y el ser humano cayó en la trampa.
Ni Eva ni Adán creyeron que la instrucción que Dios había dado era lo mejor
para ellos, por lo que decidieron ignorarla y comer del fruto. Muchas veces
creemos que nuestros planes son mejores que los de Dios, y adaptamos a Dios a
nuestros planes cuando debería de ser al revés. Si haces esto bloqueas la
gracia de Dios de poder entrar y fluir sobre tu vida. Santiago 4:6 dice, “…Dios resiste a los soberbios, y da gracia a
los humildes.” Dios ha probado una y otra vez que Él es digno de TODA
nuestra confianza. ¿Quieres una prueba de que puedes confiar en Dios? La cruz es la prueba perfecta del por qué
podemos confiar en la voluntad de Dios, aunque no la entendamos.
Para terminar por el día de hoy, quiero que leas Deuteronomio 28, que es un
listado de todas las bendiciones que Dios tiene para ti. Es una lista bastante
grande ¿no? Dios ve tu corazón y tu hambre por seguir su voluntad, y Él mismo
te dará las fuerzas y moverá cielo, mar, y tierra para que lo hagas. La cosa es
que salgas de la barca, y te arriesgues a caminar sobre el agua. Filipenses
2:8-9 dice sobre Jesús, “y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual
Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre” Dios es alguien que quiere para ti lo mejor, después de todo,
es tu Papá. ¿Qué papá no quiere lo mejor para sus hijos, lo entiendan ellos o
no? Dale tu confianza a Dios, y te prometo que Él jamás te va a defraudar. Jeremías
17: 8-9 dice, “Bendito el varón que
confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol
plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no
verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de
sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.”
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