Llamados a la grandeza

¡Hola amig@! Deseo que te encuentres bendecido y gozoso este inicio de semana. Recuerda que sin importar a lo que te dediques o lo que hagas, Dios quiere y puede hacer grandes cosas con tu vida. Lo único que Dios necesita es que estés dispuest@ a ser usado por Él. En Mateo 4: 18-20 narra cuando Jesús llama a Pedro y Andrés para ser Sus discípulos. Estos hombres no tenían educación, eran salvajes, seguramente tenían un lenguaje mundano, y olían mal. Sin embargo, ¡Jesús aun así los llamó! Jesús no buscaba conocimiento, experiencia, o educación, sino un corazón y una vida dispuestos a ser usados por Él. Pídele a Dios cada mañana de esta semana que te use, ríndete a Él, ¡y prepárate porque Él hará algo grande a través de ti!



Ahora que vimos el gran amor que Dios te tiene y lo que Él estuvo dispuesto a hacer por ti puede que te preguntes, “¿Qué es lo que sigue?” Bueno amig@ déjame decirte que salvarte solo fue el comienzo del enorme plan que Dios tiene para tu vida. Este artículo es para tres tipos de personas: para ti que ya conoces a Dios pero sabes que hay algo más, para ti que apenas vas comenzando en tu caminar con Cristo o para ti que estas desanimado o cansado de las situaciones a tu alrededor y necesitas una palabra de aliento. Desde antes que el mundo que ves a tu alrededor fuera creado Dios ya tenía un propósito para ti; fuiste predestinado, como dice Efesios 1:5, “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad…”  Mas adelante en el versículo 10 dice, “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Es decir, ahora que tienes a Cristo en tu corazón es cuando realmente comenzarás a vivir la vida que Dios quiso que llevaras desde antes de la Creación. Ahora es cuando los sueños de Dios para tu vida se van a cumplir, cuando el Espíritu Santo te usará para tocar a otras personas, cuando llegarás más lejos de lo que jamás podrías haberte imaginado, pero también cuando llegarán los problemas y desafíos que involucra tener a Jesús en tu corazón. Dios quiere hacer grandes cosas con tu vida. ¿Estás dispuesto a aceptar el desafío de seguirlo?
Ahora que eres hijo de Dios tu llamado es a vivir, pensar, y actuar diferente de todos los que te rodean. Romanos 12:2 dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Ya no puedes ser el mismo de antes porque el Espíritu Santo ahora está en ti. Ahora que tienes al Dios eterno en tu corazón sus sueños y anhelos son el principal objetivo de tu vida, dándole a esta un valor y propósito eternos. Jesús dijo en Juan 14:12, “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.” ¿¡Qué?! Dios nos llama a cada uno de sus hijos (no solo al pastor o a los “superungidos”) a vivir en lo sobrenatural. El que seas hijo de Dios incluye estar llamado a ser partícipe de lo que Dios quiere hacer en tu generación. Quiero que te des cuenta de algo: el hijo de un rey no se comporta como un plebeyo porque sabe cuál es su identidad y que está llamado a ser rey algún día. Con esto no te digo que veas a todos los que te rodean como inferiores, sino que sepas cuál es tu posición y que te des cuenta que no hay manera de volver atrás a tu vieja manera de vivir. Recientemente fui a ver una película que antes de ir al Lagar probablemente no me hubiera incomodado, pero ahora que sé a qué estoy llamado y lo que Dios espera de mí, simplemente no pude siquiera disfrutar esa película y decidí ser mucho más selectivo con lo que veo. No fue porque alguien vino y me dijo “Ver esa película está mal.” ¡NO! Fue porque el Espíritu de Dios morando dentro de mí me llama a vivir diferente de cómo viven los demás. Jesús oró al Padre en Juan 17:15 diciendo, “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” Dios dice en otro pasaje que una luz no se esconde, sino que se pone en alto para que alumbre toda la habitación. ¡Eso es exactamente lo que Dios quiere hacer con tu vida! Estamos en el mundo, pero no aceptamos sus moldes o su esquema que dicta que está bien y que está mal. Filipenses 3:14 dice, “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Cuando dice supremo llamamiento no se refiere a la salvación, sino a alcanzar el propósito y destino que Dios tiene para tu vida. Nada que te pueda ofrecer el mundo se podrá comparar a que cuando llegues al cielo el Padre te diga, “Buen siervo y fiel, entra en el gozo de tu Señor.” Por lo tanto, ¡esfuérzate y se valiente!




Muchas veces el mundo intenta vendernos la idea que ser cristiano significa ser un cobarde, alguien que sigue un conjunto de reglas, alguien aburrido, alguien que no vive libre, o hasta que está loca. Jesús lo dijo perfectamente en Mateo 5:11-12: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen(critiquen) y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” Cuando los que te rodean te comiencen a criticar por causa de Cristo, ¡felicidades, porque estas caminando conforme a tu supremo llamamiento en Cristo! Este mundo hace todo lo posible por tumbar y destruir a aquellos que tomaron la decisión de seguir a Jesús con todo. Cuando aceptaste a Cristo en tu corazón, tú fuiste el que cambió, no el mundo que te rodea. Sin embargo, sabemos que pase lo que pase Cristo ya venció a este mundo, y nuestra fe en Él es nuestra victoria sobre este mundo. 1 Juan 5:4 dice “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” ¡Tu identidad como hij@ de Dios es de vencedor! Tu fe en Cristo que parece causarte tantos problemas es realmente la fuente de tu victoria. En otro pasaje de la Biblia Jesús dice Él irá contigo hasta el fin del mundo por toda tu vida. Uno de los nombres de Jesús es Emmanuel que significa “Dios con nosotros.” ¡El que está contigo respaldándote no es cualquier persona! Aunque puedas sentirte en el hoyo en este momento, ¡Dios esta adentro contigo! Él es tu roca, tu esperanza, tu fuerza, tu refugio, y tu mejor amigo. Dios no está enojado si estas desanimado o cansado, sino todo lo contrario. Él quiere ponerte en su regazo, darte nuevas fuerzas, y que descanses. Siento decirte de parte de Dios estas palabras a ti que pudieras estar desanimado o cansado y con esto cierro por hoy, “Eres mi hij@ amad@ en quién tengo complacencia. Yo estoy contigo, aunque tu no me sientas. No te sueltes de mis brazos, porque yo no planeo soltarte hij@. Eres la niña de mis ojos y no soy ajeno a lo que estás pasando. Espera y confía en mí, porque nunca llego tarde a ayudar en los que en mí ponen esperanza. Te amo 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Volviendo a Nuestro Primer Amor

Identidad en Cristo

Perder para ganar