¿Quién es Dios para ti?
¡Hola querido amig@! Es genial tenerte de vuelta en el blog este lunes 30 de octubre empezando la semana con todo(y esperando sobrevivir hasta que llegue nuevamente el fin de semana). Asegúrate de siempre hacer todo, ya sea estudiar o trabajar "como para el Señor" (Colosenses 3:23). Verás que con esa perspectiva tendrás una motivación mayor para hacer las cosas y aún mejor, con excelencia. Después de todo, es nada más y nada menos que para el Rey de Reyes y Señor de Señores. ¿Qué presión podría causar esto sobre tus hombros al realizar tus actividades? Solo digo...
Pasando a preguntas tal vez un poco más cómodas, ¿qué tal te fue con el desafío de nuestra última conversación? ¿Verdad que el leer la Biblia y pasar tiempo en intimidad con Papá cambia nuestra perspectiva de quien Él es? Realmente cuando invertimos tiempo con Él y lo conocemos más se vuelve imposible no enamorarse de Él. En los primeros bloques vamos a hablar sobre la persona de Dios y el que es el aspecto más importante de su persona: Su amor. Este aspecto es super amplio así que lo analizaremos parte por parte durante esta semana. De 1 Juan 4:16 sacaremos el estudio del día de hoy: "...Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él:" Analicemos primero la frase "Dios es amor." Él no tiene, no da, no siente, sino que Él mismo es amor. Su misma persona esta compuesta de amor, de ahí que pueda amar a cada persona de forma intensa y única sin importar lo que esta haya hecho. Así como la mente humana no es capaz de comprender la eternidad y la Trinidad, entre muchas otras cosas, así tampoco nosotros podemos medir o comparar a Dios o Su amor (que viene a ser en si Su misma esencia). Jeremías 31:3 dice "Con eterno amor te he amado..." Cuando Dios describe Su amor de esta manera quiere decir que así como la eternidad no tiene principio ni fin, Su amor tampoco los tiene.1 Reyes 8:27 afirma "Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener..." Dios es tan grande e infinito que el universo mismo no lo puede contener. Por lo tanto, si Él es infinito y Él es amor, podemos concluir que Su amor también es infinito. ¡Cómo no caer rendidos ante un amor tan inmesurable!
Analicemos ahora la última parte "y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él..." Cuando vemos a alguien recibir a Cristo en su corazón y al Espíritu Santo venir a morar en ella, súbitamente recibe una dosis extrema y recargada de amor, porque el mismo Espíritu de Dios es amor. Este amor infinito no puede ser contenido dentro de ti ni de mí, por lo que se desborda y alcanza a los que nos rodean. Podemos perdonar y amar a aquellas personas que nos lastimaron, podemos evangelizar a medio día siendo tostados por el sol (#loquecallamoslosLagartos), amamos a los demás sin esperar nada a cambio, todo esto originado de un amor infinito dado por un Dios infinito. Es necesario indicar que el amor de Dios es totalmente diferente a los tipos de amor que el hombre demuestra en su vida. La Biblia menciona tres tipos de amor en los cuáles vamos a profundizar. El hombre demuestra dos de ellos:
Pasando a preguntas tal vez un poco más cómodas, ¿qué tal te fue con el desafío de nuestra última conversación? ¿Verdad que el leer la Biblia y pasar tiempo en intimidad con Papá cambia nuestra perspectiva de quien Él es? Realmente cuando invertimos tiempo con Él y lo conocemos más se vuelve imposible no enamorarse de Él. En los primeros bloques vamos a hablar sobre la persona de Dios y el que es el aspecto más importante de su persona: Su amor. Este aspecto es super amplio así que lo analizaremos parte por parte durante esta semana. De 1 Juan 4:16 sacaremos el estudio del día de hoy: "...Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él:" Analicemos primero la frase "Dios es amor." Él no tiene, no da, no siente, sino que Él mismo es amor. Su misma persona esta compuesta de amor, de ahí que pueda amar a cada persona de forma intensa y única sin importar lo que esta haya hecho. Así como la mente humana no es capaz de comprender la eternidad y la Trinidad, entre muchas otras cosas, así tampoco nosotros podemos medir o comparar a Dios o Su amor (que viene a ser en si Su misma esencia). Jeremías 31:3 dice "Con eterno amor te he amado..." Cuando Dios describe Su amor de esta manera quiere decir que así como la eternidad no tiene principio ni fin, Su amor tampoco los tiene.1 Reyes 8:27 afirma "Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener..." Dios es tan grande e infinito que el universo mismo no lo puede contener. Por lo tanto, si Él es infinito y Él es amor, podemos concluir que Su amor también es infinito. ¡Cómo no caer rendidos ante un amor tan inmesurable!
Analicemos ahora la última parte "y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él..." Cuando vemos a alguien recibir a Cristo en su corazón y al Espíritu Santo venir a morar en ella, súbitamente recibe una dosis extrema y recargada de amor, porque el mismo Espíritu de Dios es amor. Este amor infinito no puede ser contenido dentro de ti ni de mí, por lo que se desborda y alcanza a los que nos rodean. Podemos perdonar y amar a aquellas personas que nos lastimaron, podemos evangelizar a medio día siendo tostados por el sol (#loquecallamoslosLagartos), amamos a los demás sin esperar nada a cambio, todo esto originado de un amor infinito dado por un Dios infinito. Es necesario indicar que el amor de Dios es totalmente diferente a los tipos de amor que el hombre demuestra en su vida. La Biblia menciona tres tipos de amor en los cuáles vamos a profundizar. El hombre demuestra dos de ellos:
- Storgé: Amor fraternal que se cultiva a lo largo del tiempo. Ej. amistades
- Philia: Solidaridad, hermandad y amor por el prójimo. Ej. familia, matrimonio y amistades cercanas
- Ágape: Amor puro, eterno, e incondicional, en el que solo importa el bienestar no del que ama, sino del que es amado. Ej.: Dios
Comentarios
Publicar un comentario